
La verdad es que ha sido muy bonito escuchar cómo le contaban el cuento y cómo los más pequeños atendían a los mayores; en el patio sólo se escuchaba el susurro de los narradores y narradoras. Otro ejemplo de aprender a amar la lectura a través de la amistad y el compartir algo tan especial como es tu libro favorito. Gracias por compartirlo.
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